Hoy ha sido un mal día. Empezó mal por culpa del viento, y así ha seguido. Tiene algo el viento que influye en mi estado de ánimo. Digamos que me pone de mal humor; y de mal humor me he levantado, con dolor de cabeza y embotada... porque además del aire, estaban el bochorno y la arena. El cielo parecía una inmensa nube de arena: marrón y denso. Pero, visto lo visto, no me puedo quejar: los máximos destrozos que hemos tenido han sido un par de macetas volcadas y mobiliario de jardín desparramado; mientras que en otros sitios la cosa ha sido mucho peor. En Sevilla (creo que ha sido Sevilla, porque cuando lo he visto en las noticias ya habían dicho la localidad) ha caido un árbol grande y hermoso sobre un autobús urbano (sin víctimas mortales, menos mal); en Málaga ha caido un semáforo en la acera... y no hablemos del Levante. Así que sólo queda esperar que pase con una aspirina y un buen libro.

Otro al que le han "aireado sus verdades" esta mañana ha sido a Rajoy. Aunque he de reconocer que me da mucho miedo estar de acuerdo con él en algo. Un micrófono indiscreto ha captado el momento en que le decía a Arenas que "Mañana tengo el coñazo del desfile"

Hace un año Rajoy nos instaba a todos a tener un gesto español que demostrara nuestro orgullo (Yo lo tuve en este mismo blog, así que si te apetece y por no repetirme, búscalo en los archivos de Octubre 2007 en la barra lateral), según los peperos mañana es el día más importante, en el que demostrar que estás orgulloso de ser español y ver el desfile de nuestras fuerzas armadas es (según ellos) el máximo exponente del españolísmo (pero qué casposos que son!) Al margen de connotaciones pacifístas, coincido con Rajoy en lo rematadamente aburrida que es la fiesta nacional... así que supongo que eso me excluye del españolísmo; yo no tengo problema: mi color marrón-rojizo de pelo, mis miles de pecas y mi tez blanco nuclear me permiten pasar por irlandesa; pero ¿Qué hará Rajoy ahora que no es español?